"No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"..., cierra la puerta, no hagas ruido al salir, mis ojos ya no quieren mirarte, soy consciente de que nada cambió, todo fue siempre igual y yo no fui capaz de verlo, no me culpo, me responsabilizo de mi falta de consciencia, de la falta de cordura, de la ceguera que me impidió ver lo que tan evidente era... ahora cierro un ciclo, llegaran nuevos atardeceres a mi vida, nuevas ilusiones y también nuevos fracasos y ahí estaré levantando mi cabeza mirando al cielo con esa vista de niña impresionada!
Este nuevo amanecer me trae nuevas esperanzas, nuevos retos, y yo que soy bastante estoica sé que una vez más me reharé desde mis cenizas, desde lo más profundo de mi ser...adquiero consciencia de lo que me espera, respiro profundamente a la par que imagino que nunca estuviste, ya no hay daños, no hay tensión.
Te vas y te dejo ir con la sonrisa que siempre dibuja mi cara, soy así solo intento seguir con mi vida como si nada hubiera pasado, te despido y te dejo libre, quiero que corras libremente por otros lares, que seas feliz ni yo ni tu nunca lo fuimos.
Han pasado casi doce meses, soy otra persona, fuerte, sólida e inquebrantable, me siento alta, sé que ya nada podrá dañarme.
