Abrí los ojos, acostada en el césped, lejos de las multitudes, las prisas, el ajetreo cotidiano, los ruidos... era tan relajante ese lugar, conseguía sacar lo mejor de mi, esa paz interior, esa tranquilidad, la certeza de que estoy haciendo bien las cosas, recordé a todos esos hombres que tras mi ruptura me habían insistido una y otra vez que estaba en una postura complicada para rehacer mi vida, una sonrisa irónica se dibujó en mi cara y peturbó esa paz de mi rostro.... eran persistentes, solo querían sexo y yo no se lo iba a dar, por otro lado pensé porque se en empeñaban tanto en el tema de rehacer o no rehacer, a ellos que más les daba, la única protagonista de mi vida era yo...
Miraba las nubes y jugaba como cuando niña a buscar formas en ellas, un coche, una cometa con un niño... de vez en cuando fantasear no estaba mal.
Yo era de esas personas muy reflexivas, pero que no se bloqueaba fácilmente ni con nada ni con nadie, pero disfruta profundamente de cada una de las reflexiones de la vida, las saboreaba....
Quedé adormecida sobre el césped, ese olor primaveral característico, esos pensamientos que me solían acompañar ....
Una duda rondaba mi cabeza, porque ellos no quieren ataduras? porque son tan poco emocionales?, por que mienten tanto? era tan difícil para ellos que eran asi entender que una mujer como yo tampoco quería nada, tenía lo fundamental, era mas que autosuficiente, pero por que no lo entendían?....
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