miércoles, 6 de agosto de 2014

sueños y más sueños...

Es un hecho, esa figura paterna y yo nunca nos hemos entendido del todo, carácteres opuestos supongo, no se le puede pedir a un hombre de otra era que comprenda lo de esta era, y yo reconozco que me gustan los retos, por más que fueses mi padre me empeñaba una y otra vez en que mirases por este cristal, el que yo  sujeto...
Era obvio que las cosas no iban a funcionar, ese día que te sientas frente a mi me das una clase, pero no cualquiera, era una clase magistral, tu quieres que yo comprenda la debilidad masculina y yo en el polo opuesto trato de que sientas la debilidad femenina es como hablar de fuego y hielo...

Otra mañana más, yo siempre fui muy racional, pero con los años me gustaban más los sueños, me anclaba a ellos los vivía despierta, me gustaba soñar con cosas con momentos, por muy mal que se diera el día tenía siempre mi roncón de sueños, donde guardo esos anhelos como tesoros, como valiosos secretos... Un timbrazo de móvil, eres tu Sergio, fiel amigo y compañero, como me solías decir Manolito y Susanita , eso éramos tu yo dos personajes del cómic de Mafalda... a lo largo de los años esta amistad tan fuerte que teníamos hacía que me sintiera afortunada por tenerte cerca, sonreía con tus mensajes masculinos y graciosos, porque tu a diferencia del resto de hombres que conocía no te escondías tras de ninguna máscara, eras capaz de delatar cada uno de tus sentimientos masculinos sin avergonzarte, a ti no te importaba lo de quedar bien o mal eras así y sabías que yo te aceptaba.

Sin duda podría hablar durante horas de hombres decenas de ellos, pero sin duda en mi vida, no como mujer, habían tres figuras masculinas de las que había aprendido y a las que admiraba profundamente, mi padre, ese ser que había sido profesional y empático en su paternidad, ese hombre que vivía a tracas y barrancas, que anteponía nuestra felicidad a las correcciones de la vida, me había enseñado tanto!, mi amigo Sergio, con él siempre tenía la sensación de que nada importaba, me solía reir a menudo de sus ligues y este respondía que los mios no habían sido quizás ejemplares... y la tercera y encierto modo también muy importante figura era Alex, este chico incondicional amigo del que hablo en alguna entrada, nuestros besos el amor que existía entre nosotros, esa unión que 15 años después cuando le hablo por teléfono noto latente, es como si nunca nada cambiase entre nosotros, siempre me decía que éramos un mismo ser en dos cuerpos! en su momento me hacía gracia, ahora lo traduzco a otro idioma....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HASTA QUE LA VERDAD SE IMPONGA

 "No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"..., cierra la puerta, no hagas ruido al salir, mis ojos ya no quieren m...