"Vayamos a pasear, deja el trabajo vivamos la vida" le dijo la cigarra a la pequeña hormiga ésta respondió "Y de verás piensas que eso es vivir la vida? estas muy equivocado, vivir la vida es estar incondicionalmente con esas personas a las que quieres y ciertos vínculos invisibles pero muy fuertes te únen, es saber responder adecuadamente, es poderte acostar con la certeza de que lo haces lo mejor que puedes y que mañana volverás a intentarlo, es saber que amas a una mujer cual sea su condición, es saber que ella te responde, es regar ese amor cada día"....
Leí esta fábula extraída de un cuento infantil pero modificada, yo de niña solía soñar con esas hadas, con sus llamativas vestimentas, con sus varitas mágicas... a mi siempre me gustó la magia, me atraía, imaginaba que era capaz de modificar las cosas con magia... nunca me gustaron lo suficiente las princesas... al terminar de leer esbocé una sonrisa al recordar como habían ido siendo para mi las cosas en la vida, pese a todo amaba cada una de las cosas y de los momentos de mi vida, era celosa de ellos, los contaba como si de una vida fascinante se tratase, a mi ninguna fábula me había enseñado nada en la vida yo al contrario había sido mi maestra perfecta, esa anfitriona elocuente, audaz, una dama de ensueño, una señora redomada cuando quería, aunque sabía que los años no habían pasado en vano para mi....
A veces creía que todas y cada una de las personas que me iba encontrando en mi vida tenía una luz propia, una magia y esta magia que yo poseía se solía sentir atraída por la de cada uno de los seres con los que daba, claro que ahora entiendo que eran conjeturas mias.
Cerré el libro, el reloj me anunciaba que debía levantarme y regresar a mi trabajo me bajaba de mis vanidades, me acercaba a la realidad...
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