miércoles, 27 de agosto de 2014

Algunos días en mi vida...

Entonces insconscientemente empecé a fijarme en esas sitiuaciones que parecían subreales y de las que tantas veces me había reido junto a ti creyendo que eran graciosas...
Me preguntaba con frecuencia por que los humanos éramos asi, por que necesitábamos tanto contacto, por que ese mismo contacto que años atrás no hacia felices con el tiempo se había ido convirtiendo en motivo de infelicidad extrema, no dañaba ya tan solo la idea de tener que ir a ver a esa persona, era complicado de explicar pero mucho más de asimilar.

Yo como buena humana pasé por una experiencia de este calibre, pero quizás por mi carácter o mi manera de ser, o este orgullo característico de la mujer que si sabe aceptar la derrota como parte del juego me negué a seguir sufriendo por algo que ya hacia mucho tiempo había muerto, los resquicios de mi propio juego, un juego peligroso, complicado en el que perder provoca un daño incurable pero en el que ganar te proporciona el mayor de los placeres jamas descritos.

Fui esa victima, perderora, fracasada y con cabeza alta tire los naipes sobre aquella mesa como lo hacen los que al ver que pierden se están rindiendo, no quería seguir el juego, para mi ya no había juego, luego al retirame lami mis heridas, me agazape sobre mi lecho, mi guarida, mi escondite secreto, donde el compañero que ahora tenia se llamaba silencio, me acostumbre tanto a el....

Llega un dia que te levantas de tus sombras, alzas la cabeza fijas la mirada, te sientes confiada, fuerte como un roble, nadie será capaz de dañarte de nuevo, nadie podrá herirte crees que no tienes sentimientos, no es asi, pero si es verdad que ya eres mas loba, mas experta, mas agil, maestra y cazadora.... eres suspicaz, tienes paciencia para estar a la espera... asi me pasó a mi... me hice fuerte, vital, segura y llega el momento de admiración masculina, de devaneos, pero no le das mas vueltas, ya no necesitas que te digan pro que llevas los ojos demasiados abiertos, prefieres observar con ellos, al fin y al cabo te crees tu mas que a un ajeno....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HASTA QUE LA VERDAD SE IMPONGA

 "No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"..., cierra la puerta, no hagas ruido al salir, mis ojos ya no quieren m...