viernes, 15 de agosto de 2014

Curiosidad?¿

Observé el gatito curioso que paseaba mirando a través de la ventana, veia sus enormes ojos color miel abiertos...De repente el silbido de la tetera predecía que el agua para el té estaba hervida, la serví en la taza humeante y coloqué la bolsita de infusión dentro, podía ver como el agua cambia de color, se teñía y a la vez el ambiente se empapaba del aroma de este.
Tomé un sorbo, y al acercarme la taza ese aroma me transportó a ese viaje a Londres, en el Coven Garden, me gustaba ese rincón, sus calles, sus gentes, esas flores, ese olor típico entremezclado a té de Jazmín y a libros viejos, era un olor muy peculiar y sin duda años después era capaz de recordar como si de un solo día se tratara. Recordé entonces a ese hombre que por aquellos días en mi desordenada vida ocupaba cierta parte importante, Antonio era un chico mayor que yo unos diez años, a veces su actitud era ingenua, en el momento en que Antonio llega a mi vida yo era una chica despreocupada de los asuntos del amar, era ingenua, era alegre y solia centrar mi atención en mi propia libertad, me preocupaba mi diversión, empatizar con gente, reir etc.
Nos encontramos sentados en una terraza del coven garden me siento feliz, pero no por estar con el, sino por estar allí, diría que es uno de los sitios favoritos de este planeta, para mi el hecho de estar allí era como para un pez el imenso mar, donde nadan y nadan sin en suma libertad.
Debo reconocer que el ya estaba en otro punto de su vida, y sencillamente viéndome feliz el también lo era.
Coge mi mano y me dice en su idioma lo mucho que me ama, que me desea, que soy su mujer... perfecta, yo sonrío porque aunque ingenua sé que no tengo un ápice de perfecta.
Sin duda el fue una importante parte de mi vida, yo inmadura en el amor y el iluso prisionero del deseo que por mi sintió.

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