HASTA QUE LA VERDAD SE IMPONGA

 "No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"..., cierra la puerta, no hagas ruido al salir, mis ojos ya no quieren mirarte, soy consciente de que nada cambió, todo fue siempre igual y yo no fui capaz de verlo, no me culpo, me responsabilizo de mi falta de consciencia, de la falta de cordura, de la ceguera que me impidió ver lo que tan evidente era... ahora cierro un ciclo, llegaran nuevos atardeceres a mi vida, nuevas ilusiones y también nuevos fracasos y ahí estaré levantando mi cabeza mirando al cielo con esa vista de niña impresionada!

Este nuevo amanecer me trae nuevas esperanzas, nuevos retos, y yo que soy bastante estoica sé que una vez más me reharé desde mis cenizas, desde lo más profundo de mi ser...adquiero consciencia de lo que me espera, respiro profundamente a la par que imagino que nunca estuviste, ya no hay daños, no hay tensión.

Te vas y te dejo ir con la sonrisa que siempre dibuja mi cara, soy así solo intento seguir con mi vida como si nada hubiera pasado, te despido y te dejo libre, quiero que corras libremente por otros lares, que seas feliz ni yo ni tu nunca lo fuimos.

Han pasado casi doce meses, soy otra persona, fuerte, sólida e inquebrantable, me siento alta, sé que ya nada podrá dañarme.

Retratando la masculinidad

Dicen los psicólogos que muchas de las misoginias existentes entre seres de diferentes sexo son el resultado de una experiencia temprana negativa, por ejemplo abusos sexuales en la infancia, yo pienso que algunas de ellas están directamente estrechas con los comportamientos en las relaciones personales en la edad madurativa, ese por ejemplo fue mi caso.

Mi figura masculina fue básicamente mi padre, él es correcto en casi todo, aunque no nunca tuvo una expresión oral muy favorable al oído, para mi él representaba la libertad en todos sus aspecto de forma que cuando algo no le agradaba daba su opinión así sin decorar tal cual de manera osca, y de alguna manera regodeándome en sus palabras pensaba que cuando fuese mayor sería como él directa, no esclava de pensamientos putrefactos, dejaría salir toda la mierda de mi cerebro por la boca a pesar de que al de enfrente no le gustase ni un ápice, ahora que soy algo más mayor que entonces comprendo que no está tan bien ser tan "directa" y que la persona de enfrente puede y tiene sus propias emociones y sentimientos de los cuales no soy dueña.

Mi padre es una persona terca, fuerte, seria, de ideas fijas, poco mimetizable de manera que si no le gustas te lo hará saber con su mirada, él es sincero a más no poder, es bastante sabio porque de lo que sabe sabe demasiado, es equilibrado y siempre suele tomar decisiones correctas, pese a tener un carácter peculiar es honesto y noble y a pesar de lar regañinas sabes que él te será fiel.

Al empezar a conocer a personar a conocer a personas de sexo masculino tenía la equívoca idea de que todos tendría ese comportamiento primario y simple que solía creer que tenían los hombres, pero a medida de que pasaban los años me dí cuenta de que habían muchos tipos de hombres diferentes.

Mi primera experiencia traumática con un hombre fue con el padre de mis hijas, si que tuve experiencias amorosas anteriores, de hecho hubo alguna ruptura dolorosa y demás pero nunca las describiría como traumáticas. Cada relación interpersonal que haces en la vida te añade una experiencia, de hecho con cada una tu aportas algo al otro individuo y a su vez éste a ti.

Hasta que la mente aguante

 Vuelvo a respirar la serenidad que una vez me hizo libre, fuerte, grande.... esa que inunda de dentro para fuera, silenciosa....cuatro de la madrugada, la mente no da tregua, no me deja descansar en el silencio de una noche a escasas horas de su muerte, me doy la vuelta y cierro los ojos, los cierro fuerte para imaginarme a mi misma en otra vida, con otros tacones, con otro carmin.... se me acaba el tiempo de soñar, ya nada vale lo mismo que valía antes.

Al fin decido levantarme de mi lecho, ese que me protege cuando no hay nadie, asi es mi vida, conmigo misma, sin protecciones externas y es que así es como aprendí a sobrevivir, sin pensar en nada, sin pensar en nadie, las gotas de ese agua caliente se desmoronan por mi espalda como lo hace la lluvia desde el cielo, sin arrepentimientos, me froto el cabello suavemente y exhalo un suspiro mientras mi mente repasa horarios y obligaciones, se cierra el agua y esa cálida toalla me recuerda a ese alguien que un día vino para luego marcharse, con su ida me dejó desabrigada, desconsolada, desolada.... son recuerdos sonrío mientras pienso, solo eso recuerdos vanos y lejanos....

Dios aprieta pero no ahoga!...la cantidad de veces que lo habré escuchado...

 Ahi estaba yo, apenas tenía 4 años y había regresado al hospital, nada más recibir el alta al salir por las tremendas escaleras me desmayé, y es que no estaba sana, ellos lo sabían y no le habían dado ninguna solución y entonces esa señorona que era mi madre se adentró alarmada conmigo y cuando desperté estaba en una sala de hospital completamente desnuda, temblando de frío y tenía no voy a decir miedo porque me quedaría extensamente corta, lo que tenía era pánico, pero no un pánico cualquiera sino ese que te impide casi respirar, que te deja tiesa, sin aliento, era una sensación desgarradora y yo me pregunta a mi misma si podría salir de ella, y reconozco que me dejó marca, como todo en la vida y sin embargo a alguien pudiera parecerle una tontería para mi era el fin.

Con el paso de los días dejó de preocuparme mi estancia en tal sitio, me acostumbré al abandono, a los experimentos a medias, a los medicamentos amargos, a las agujas e incluso a los baños de hielo en esas cubetas de acero frías, y entonces empecé a preocuparme por esa muñeca que había perdido entre mi cama y la pared, ese caprichito que mi madre a modo de premio me había comprado, es una muñeca de plástico típica de carrillo barato o de feria, mal terminada a medio pintar pero para mi lo era todo, era la conexión que tenía con el mundo de afuera, allí pasé meses y cuando salí ya era primavera bien avanzada, nunca pude componerme de la rotura que supuso en mi ese lugar y sin duda nunca más volví a confiar en un médico y hoy a mis cuarenta me preocupa más el remedio que la enfermedad y me resulta más fácil hablar de cementerios que de hospitales porque en parte he asumido que la muerte es el final y sin embargo el hospital puede significar el principio de una cosa que te mata sin físicamente hacerlo.

Cuando se te acaban las oportunidades.....

Apresuro mi paso para que mis seres no lleguen tarde a sus obligaciones escolares, se me hace eterna esta fresca mañana de Febrero el esperar a que su profesor venga a llevarse la fila, entre este años me he posicionado bastante atrás del resto, no lo hago porque me sienta superior, si me siento diferente.... estoy cansada del apedreamiento que me restan, estoy cansada de que gente que tiene una mierda de vida critique la mía aún en pleno desconocimiento, estoy harta de criticas, de rencores, de medias tintas.... estoy cansada de padres mirones, esquivos que hacen alarde de un poder que no poseen, estoy aburrida de que se inventen mi vida, de que estigmaticen cada comportamiento mío aun desconociendo las causas que me pueden arrastrar a ello, ya tiré la toalla en este mundo de hipocresía, en este mundo en el que el bienestar ajeno supone irónicamente la enajenación de los ojos que lo miran, estoy cansada de dar sin pedir a cambio, de ser empática, de solidarizarme con las causas ajenas... se te acaban las oportunidades de ser alguien en mi vida.....

Paciencia! ¿Donde se compra?

Después de todo este tiempo me he cansado, de tu falsa mirada, de tú hipocresía, de esa manera tan sutil que tienes para hacer sentir mal a la persona que tienes en frente, me canse también de tus mentiras, de tus quereres a medias, de tu egoismo y hasta de tu cabezoneria, me he cansado de que tras este tiempo no hayas usado un solo minuto para pedir perdón, nunca es tarde si se pide desde el corazón, con las manos limpias.... para ti siempre fue tarde, no eres buena persona y te diré porqué: no sientes nada hacia el sufrimiento que siembras en otras personas, no tienes empatía para contigo en primer lugar, no piensas en la gente, no gastas un Segundo de tu vida en pensar las cosas que haces , no corriges tus errores con lo cual vuelves a reincidir una y otra vez como el que tropieza una y otra vez con la misma piedra, pero sinceramente pienso que te da igual y sabes porque? Porque tus fallos nunca revierten en ti la consecuencia dejando a tu paso un montón de afectados, gente que en algunas ocasiones nunca logra reciperarse de tu daño, del dolor que causas ....

Os contaré algo sobre... algo que no sabéis....

Así sin quererlo entré en esa etapa de mi vida en la que solo me interesaba por mis seres y por mi propia persona, y aunque pueda llegar a sonar egoísta es la verdad suprema...

Hoy más que contaros una anécdota os voy a contar una realidad- la mia, la que ven mis ojos cada día, la que mi alma en sus adentros puede palpar.... os preocupáis demasiado en qué quieren vuestros hij@s sin paraos a pensar en qué realmente necesitan, os creéis fuertes, sentís que sois sinceros pero no lo sois, os preocupa el daño que el mundo que os rodea pueda hacer a vuestros hij@s pero os olvidáis del que vosotros mismos hacéis, sois egoístas, nunca os habéis parado a pensar un solo minuto qué daño hacéis con vuestros actos por no os importa y eso en una sociedad es un error ya que hoy el que recibe ese ingrato dolor mañana puede ser tu verdugo.

Estoy cansada, de lidiar con idiotas, de entender las cosas perfectamente y que nadie más las entienda, estoy harta de intentar repartir bondad y recoger a cambio críticas, estoy cansada de que mi modelo de vida sea estigmatizado como las "brujas" en pleno auge de la edad media, estoy agotada de que seres infelices critiquen mi felicidad.... Cierro los ojos intentando imaginarme un mundo, el mío, y sinceramente no veo gente a mi alrededor, me siento feliz en paz conmigo misma, no pienso renunciar a mi supervivencia en pro de una manada de inútiles, y si hoy debo reconocer que nadar a contracorriente cansa!