Vuelvo a respirar la serenidad que una vez me hizo libre, fuerte, grande.... esa que inunda de dentro para fuera, silenciosa....cuatro de la madrugada, la mente no da tregua, no me deja descansar en el silencio de una noche a escasas horas de su muerte, me doy la vuelta y cierro los ojos, los cierro fuerte para imaginarme a mi misma en otra vida, con otros tacones, con otro carmin.... se me acaba el tiempo de soñar, ya nada vale lo mismo que valía antes.
Al fin decido levantarme de mi lecho, ese que me protege cuando no hay nadie, asi es mi vida, conmigo misma, sin protecciones externas y es que así es como aprendí a sobrevivir, sin pensar en nada, sin pensar en nadie, las gotas de ese agua caliente se desmoronan por mi espalda como lo hace la lluvia desde el cielo, sin arrepentimientos, me froto el cabello suavemente y exhalo un suspiro mientras mi mente repasa horarios y obligaciones, se cierra el agua y esa cálida toalla me recuerda a ese alguien que un día vino para luego marcharse, con su ida me dejó desabrigada, desconsolada, desolada.... son recuerdos sonrío mientras pienso, solo eso recuerdos vanos y lejanos....
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