Llevo algún tiempo ocupada, esta tarea de educar bajo el respeto, de preocuparme de que sean seres íntegros, completos, educados y tolerantes no es tan fácil en pleno auge de este siglo XXI, pero se hace lo que se puede, ya el tiempo juzgará mis actos...
Hoy me he levantado inspirada, tengo ganas de gritarle al mundo como se ven las cosas desde una talla 38 de tacón, y si he de reconocer que aunque no me ha sido del todo fácil sigo considerando que regalar una sonrisa es el mejor remedio para aliviar tensiones, me he fijado de lo ensimismada que vive la gente, en menos de una década hemos dejado de mirarnos a los ojos,de tomar café y hablar por horas, hemos olvidado lo bonito que es una comida familiar en la que se cuentan anécdotas varias, hemos dejado de creer en el otro y ya hasta dejamos los empleos por wasap, para creerlo! me da mucha pena, yo soy de los ochenta y antes las cosas no funcionaban así, antes tu eras responsable de lo que hacías, e incluso de lo que hacían tus hermanos si eran menores que tu, antes temías una mala calificación, ya ni recuerdo a que edad empecé a preparar mi desayuno, y yo me pregunto ¿qué diablo estamos creando?, algunas veces me da miedo hablar con otras madres pues sé de sobra que me tildarían de Hitleriana por mi manera de hacer las cosas, al final acabo rehuyendo de esos estigmas y centrándome en la ardua tarea de educar con valores, con respeto con tolerancia.... es muy difícil en una sociedad en la que si dejas a un niño llorar te condenan, en que si castigas por un mal acto a un niño lo traumas... no entiendo nada y creo que debería ir a que me evaluaran psicológicamente porque no tengo esa impresión de mi misma y creedme que en mi época eran bien duros los castigos...
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