Ese día pude comprobar lo sútil, lo sencillas, lo evidentes que eran las cosas para ti... como si te sacarás la piel para no sentir nada, como si te arrancaras los ojos para no ver... se me aceleró la respiración, no pude evitar recordar la última vez que mis piernas se habían entrelazado con las suyas, había sido tan reconfortante para mi que ahora su indiferencia enfadaba a mi alma... no se trataba de recordar sino de pasar esa última página de un episodio en mi vida, corrí las cortinas, abrí la ventana y dejé entrar un aire fresco, renovado, puro, nuevo.
jueves, 12 de junio de 2014
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