Las cosas en ese apartamento de apenas 50 m2 no eran nada fáciles para esa joven veinteañera, impulsiva y a veces desenfrenadamente maniática con las cositas cotidianas de a diario.... Algunas veces sentía que se me venía todo arriba, como si las paredes corriesen a aplastarme, llegué a tener esa época de retracción en la que solo me sacaba el pijama de encima cuando era estrictamente necesario porque tenia que salir de casa a alguna ridícula reunión o entrevista de trabajo, recuerdo cuando dia tras dia miraba por los imensos ventanales del new york progresista y evolutivo, las gentes, sus transitadas calles, ese olor peculiar a la fusión de comidas de varias parte del planeta...
Respiraba hondo, necesitaba engatusarme a mi misma haciéndome creer que las cosas cambiarian con los años que esa " ansiedad" casi patológica que sentía iria menguando hasta desaparecer como lo hace el sol en cada atardecer, con la única diferencia de que seria para siempre.... y si, la vida me cambió, rápidamente pasé de vivir mi propio cuento "de hadas" a autorealizarme como una madre, joven, simpática y muy desvivida y preocupada, la vida me dio un giro muy radical.
Hoy te he despertado yo, no conseguías escuchar el sonido de tu propia alarma, jajajajja, estabas plenamente dormido, al mirarte después de mucho tiempo en el que he estado casi obsesionada conmigo misma he pensado que era muy afortunada por tenerte en mi vida, por dejar que forme parte de la tuya, por cuidarme como solo tu sabes hacer.
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