Ahí estaba yo, me quedaban seis semanas para terminar mis estudios, estudia meticulosamente preguntandome a mi misma que saldría en ese examen tan importante... entonces ese señor con bigote imposible de olvidar para mi, estilo dalí, que vestía extravagantemente y me gustaba tanto, cuando hablaba no podía más que abrir mis ojos como platos y escucharle con rostro de admiración, me quedaba atónita y podría estar horas y horas así... ese día se me acerco y me dijo en baja voz "eres tan diferente... asertiva, que no puedo más que centrar mi atención en ti" pese a su estilo redomado, envolvente con un toque neoclásico de romanticismo casi perfecto no era un hombre mayor, quizás me sacaba algo más de una docena de años, pude oler su perfume, sentir su aliento cerca de mi, él gesticulaba inusualmente ya que no era su manera de ser.... este fue el segundo devaneó con un profesor que tuve, yo era joven veintitantos, novata en las historias de corazón pero me sentía atraida especialmente por el.
Recuerdo un día en el que salí tarde de la facultad, había pasado a arreglarme al baño ya que tenía fiesta con amigas, me había puesto un vestido muy elegante de Ralph que descubría de manera elegante mi espalda, mi larga melena lucía sobretapando la mitad de la misma, por alguna extraña razón ese día me puse un carmín rojo que nunca solía usar, camiando hacia el coche con el bolso en la mano y las llaves en la otra sentí que tapaban mis ojos con unas varoniles manos entonces olí su perfume, era él.....
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