Me he despertado, casi no puedo moverme, cada rincón que forma mi silueta esta dolorida, bueno quizás esa no es la expresión, te he escrito ya que me preguntas como estoy, tu a veces no ves la gran cantidad de sentimientos, emociones y sensaciones que has aportado a mi vida desde que has llegado, es normal que yo a veces sienta ese manto tenebroso de la inseguridad, me toca timidamente, casi sin percibirlo, te lo hago saber mediante susurros proque lo que tu me das jamás nadie me lo ha dado...
Se marchó de mi vida llevandose todo y nada a la vez, me hizo un gran favor, claro que ese día yo no lo sabía, esta mañana mientras cuelgo la colada, fresca y húmeda me embarga la fragancia de las prendas y me he puesto a pensar de lo libre que me has hecho, ya casi no logro recordar eso como un fracaso si no más bien como la lección mejor aprendida jamás recibida, creo que me hicistes sacar ese yo valiente, tenaz, suspicaz, creo que te debo todo porque gracias a esa transición hoy yo llevo una sonrisa constantemente pintada en mi cara, me enseñastes que se puede ser feliz sin nadie, sin nada....
Me siento ese coche, tu coche y de repente como si de un corto se tratara puedo recordar una a una las vivencias que hemos ido teniendo, es una película, fascinante casi como un romance , pero más bonito, pienso en que podría escribir un libro, quizás una novela, sería bonito, muy bonito.... llegué a esa fase en la vida donde las cosas se revalorizan, donde cuenta mucho más esa manera tierna de mirar, donde cada palabra recobra un valor incalculable, cada gesto me trasporta al más mágico ensoñamiento..... mi ensoñamiento... TU!
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