Ha sonado mi teléfono, es muy temprano, veo que eres tu ese hombre que me arregla en cierto modo la vida, lo que me tienes que contar no es muy bueno para mi, noto como tu voz pasiva exhala continuamente en busca de términos adecuados para lo que me vas a contar, no son buenas noticias referente al padre de los seres, sabes que en cierto modo se saldrá con la suya pero no puedes evitarlo, digamos que estas en mi bando, en mi misma acera, que puedes percibir mi dolor, mis preocupaciones... quien me iba a contar algún día que la vida iba a ser tan difícil para mi.
En nuestras múltiples entrevistas, tu como profesional y yo como asesorada, me he dado cuenta que siempre me dices que no quiero pelear nada, que solo quiero cerrar esa brecha que un día me hizo tanto mal, yo insisto una y otra vez en lo mismo y tu me entiendes pero apareces sorprendido porque nunca has dado con una mujer como yo, me dedicas cumplidos que no me crean ningún interés especial, yo no me veo valiente sencillamente porque este mal en el que estoy sumergida hoy yo en cierto modo solita me lo busqué, yo siempre pensé en modi individual, yo fui madre soltera por decisión propia, yo acepté que a lo largo de mi camino estaría sola con ellas, sola decidí también emprender en el que es mi medio de vida hoy, casi todas las cosas importantes de mi vida las he hecho sola y cada una corriendo ciertos riesgos, asi de individual y mono parental puedo llegar a ser, pero nunca excéntrica.
Te cuelgo y hago mis reflexiones, a mi misma me repito que da igual la forma pero que estoy segura que saldré, desde unos añitos he ido quitándole importancia a las cosas, las he vuelto más simples, como si fuera japonesa utilizo mi lado zen para enfocar las cosas de una manera más sencilla, auqneu obviamente vueltas si le doy.
Empiezo con mi rutina, ya me he vestido, hoy me podré esos tacones grises de a diario que tan cómodos son y tan bien me quedan, recuerdo mi ultima conversación con M, una amiga y confidente, de esas con las que hablas las cositas de las que hablamos las mujeres, recuerdo cuando nos contamos lo guapas que nos gusta vernos, ambas somos muy femeninas a la par de clásicas en nuestro estilo e indumentaria, tenemos los mismos gustos. Me comentas que te gusta tal vestido con aquéllos zapatos que un día vimos......
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