Observo mi maleta de viaje mientras pienso cuantas cosas metería dentro si me fuese a cualquier sitio del mundo a empezar de cero, sonrío mientras pienso si es posible empezar de cero, cómicamente pienso que no....
Desde esa ventana del hotel podía ver tres cuartas de la torre Eiffell, por que le llamaban la cuidad del amor? buena pregunta, recuerdo las cortinitas de encaje que cubrían esas ventanas, los traseuntes de muchos lugares del planeta vagar por sus estrechitas calles, los adoquines del suelo y también la conjunción entre la época barroca y el modernismo neoclásico, recuerdo esas enormes jardineras posadas en algunos estrechos balcones imitando el renacentismo de los cuadros de Rembrant....París sus gentes, sus aromas, sus calles.
Hoy leop de nuevo en mi móvil un sms tuyo S me esperas por navidad y yo sonrío como lo hacía de niña, tímida e inconscientemente, con mi sonrisita característica que defines como picarona y traviesa, siempres puedes recordar cosas de nuestra infancia que incluso yo habiéndolas vivido como protagonista me cuesta recordar, el hecho de que tu eres mayor que yo te da ventaja en los recuerdos y eso me hace sentir levemente como alumna tuya, siempre que cuentas nuestras anécdotas yo presto atención y escucho sin perder un ápice de detalles de lo cuentas, me hace ilusión el modo en que enfocas y el énfasis que le pones a tus recuerdos, y es que para mi siempre has sido un poco soñador... recuerdo cuando siendo niños nos escapamos a las fiestas del pueblo por San Juan e hicimos una hoguera en la que supuestamente quemamos los deseos que anhelabamos en ese momento, para mi innatamente uno de ellos en concreto era que nuestra amistad fuese testigo eterno, que nunca nos separásemos por nada del mundo y recuerdo que me hicistes jurar que si cuando llegáramos a los cincuenta no nos habíamos casado con nadie nos casaríamos y viviriamos bajo el mismo techo jajajjajajaj ahora me río de ello, cuanta juventud e inexperiencia, ´¡qué inocencia ! se nos fue de repente.... cada vez que hablamos de ello nuestras carcajadas regalan a al aire el eco entonces deparo a pensar en un instante qué diferente fueron las cosas para ambos, cambiamos, maduramos pero en cierto modo nuestro deseo de ser amigos eternos (como bien solías decir tu) nunca desapareció y para mi ese es el mejor regalo.
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