Desmenuzo las horas de ese domingo, terminando mi sesión de footing, es cierto que mientras lo practico digamos que mi masa gris entra en letargo impidiendo que fluya información por el.
M e acostumbré a esta soledad en la que vivo por varios motivos, obviamente y despues de reflexionar mucho yo si sé qué errores cometo, yo sé en que fallo pero no sé porque extraño motivo digamos que no veo que estos mis defectos sean tan malos, al contrario siempre he pensado que son de lo más natural del planeta, se podría definir como una especie de narcisismo...
Por fin he llegado a esa meta que marca mi movil de tres kilómetros y medio, no me siento especialmente cansada, es como que he liberado ese estres y esa energía que fluyendo por mi cuerpo no va a ningun sitio en concreto. Me siento en ese banco, como otras tantas veces lo he hecho, observo a los terrenales, como yo, con sus vidas, con sus ajetreos, como a modo de predicción veo a ese chico que corre a la misma hora que yo, va en su mundo, con sus auriculares, escuchando esa música que tantas sensaciones le haran sentir, veo a esa mujer que va con un carrito al lado un niño de unos tres años, ella tiene cara de agobio, de cansancio, ese rostro y sus facetas me son muy familiares, siento empatía por alguien a quien ni si quiera conozco, pero en cierto modo sé muy bien lo que implica formar una familia, carreras, niños, llantos y un largo etc.
Giro mi cabeza, un señor mayor octogenario diría yo, le miro, examino su cara, sus manos se entrezan en la espalda, un gesto muy típico de la educación que recibieron en su época, entonces imagino sus vidas, su infancia, los miles de suplicios que pasaron, el hambre de la españa asediada, la miseria, huidas... todas esas cosas que muchos podrían narrar en tal contexto que a leerlo creyeras que sucedió hace un par de dias.
Un estridente sonido en el movil me recuerda que sigues ahi al otro lado de mi vida, en ese sitio tan tuyo pero tan mio a la vez, y aunque en la distancia sé que estamos juntos unidos como si de un lazo invisible, mágico se tratase, porque entre nosotros hay muchos sentimientos y sensaciones pero la mágia y el feeling se respira en nuestro ambiente. Inevitablemente y como en múltiples ocasiones una sonrisa se pinta en mi cara, es felicidad lo que brota de ella, me siento, contenta, plena, siento que abro un episodio nuevo en mi vida y que seré más capaz de llevar este nuevo episodio porque sé que te tengo en frente, seguro de ti mismo, de mi, de nosotros....
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