No era la típica noche veraniega, calurosa, pese a ser Julio ya, un brisa entraba por un lado de la ventana, me levanté a cerrarla, tenía frio, era curioso pero sentía frio, soledad, Ángela me habría descrito en alguna ocasión el síndrome de Estocolmo, sonreí a recordarla...
Esa noche ya no estabas en mi cama, era enorme, como el apego que en tan poquito tiempo te había cogido, en esos momentos reflexionaba lo poco que el amor y sus golpes me habían enseñado, lo poco que aparentemente conocía a los hombres, a los tipos como tu seductores, varoniles... que llegaban a endulzarme los oídos con adjetivos, con palabras... como podía a estar alturas creerme todo lo que me contaban, era consciente de lo ilusa que era, lo inocente como esa niña que abre enormemente sus ojitos al escuchar una fábula...
Mis piernas se estiraron entre las frías sábanas, me giré y adormitando recordé tus palabras.
martes, 1 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
HASTA QUE LA VERDAD SE IMPONGA
"No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante"..., cierra la puerta, no hagas ruido al salir, mis ojos ya no quieren m...
-
Así sin quererlo entré en esa etapa de mi vida en la que solo me interesaba por mis seres y por mi propia persona, y aunque pueda llegar a ...
-
Bueno, al igual que a Leonidas, ahora te toca a ti, rata de dos patas, cucaracha mediocre. Si te toca, "hola que tal". Voy a escri...
-
Es un echó que la"gente" , "en estas fechas tan señaladas" como diría Juancar, ahora lo dirá nuestro Felipito , uve pali...
No hay comentarios:
Publicar un comentario