Giré mi cabeza, aún no quería abrir mis párpados, tenía esa sensación en los labios de lo que hacía más de una década habíamos vivido, tú mi mejor amigo casi ocho mayor que yo y yo, recuerdo pèrfectamente ese olor a velas de mi habitación, ese silencio entrecortado por nuestras cómplices miradas, sé que tu sabías demasiado, yo al contrario era ingenua....
Recuerdo que nuestra amistad era sólida cual rocas de mar o asfalto de carretera, éramos amigos, fuertemente, pero era innegable la atracción que al paso de los años habías ido creando hacia mi, vivías atrapado, sentías más y más y yo en cambio era una niña.
Recuerdo que nos sentamos espalda en la puerta de la habitación, el suelo estaba frío notaba en mis nalgas esta sensación, era Mayo, faltaba poquito para que cumpliera años, agarrastes firmemente mi barbilla, fina, delicada... y me besastes con ganas sin desánimo, sin pensarlo, sentía tus labios, frescos, gruesos, sentía....
Recuerdo que ese fue el principio del fin, recuerdo que te convertí en mi juguete, un objeto, aunque yo muy bien sabía que tu no eras solo eso, eras algo más, eras alguien especial.
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