Salté de la cama, mi fiel compañera, donde mi soledad y yo compartiamos momentos de grandeza, ella me había hecho prisionera de mis sueños, abrazaba mi cuerpo, frágil, joven, esbelto, cuerpo de damisela... eso era yo una damisela...
Me senté en un borde y recordé ese raro sueño en el que la noche, la oscuridad, unos pasos, tu presencia, había aprendido a controlarlo todo, una maestra, me sentía como una geisha.... pero a la vez me atrapaba en mi misma....
Entré en la ducha, sentí esas gotas sobre mi cuerpo, sobre cada poro de mi cuerpo.Cerré la puerta sin saber cuando volvería en estos días no tenía prisas, no tenía horarios, nada estaba predispuesto, había sido metódica durante mucho tiempo.
En en el ascensor y frente a un humeante espejo me pinté los labios de un rojo intenso, asi me sentía, intensa, sensual, pasional.. amante de los hombres que celosos me miraban, que ansiaban descubrir mis secretos....
Me abres la puerta de tu coche, esbozo una sonrisa y en mi interior pienso -¿en qué época vive? ¿edad media tal vez?- y aunque con la ironía de mis pensamientos me gusta ese acto, me gustan tus gestos, ese tipo de hombre que pertenece a otra década, contemporáneo sin más, recatado, sencillo.... ese eres tu, un romántico empedernido, de ese tipo de hombres que no esconden su sonrisa, de los que miran a medias, de los que invitan a la imaginación...
En mi cabeza, por mi mente, otro hombre, otro recuerdo que no es recuerdo, ese hombre que me ama a escondidas, que todas las mañana me llama princesa, que cuando duerme conmigo me transporta a otra vida, ese hombre que me hace soñar despierta, con el que soy feliz aunque en mi copa haya agua, ese hombre por el que mi corazón como jamás se acelera...
Nunca pensé volver a colgar en mi corazón ese cartelito de cierra cuando entres, con él lo hago, a cada instante, y aunque soy consciente de que quizás en el amor él conmigo obtenga más de lo que obtengo yo.
Otra vez regreso a la realidad, momento en el que mis ojos te miran y piensan una vez más que sin duda en el amor la experiencia no la da la edad.
miércoles, 9 de julio de 2014
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