miércoles, 23 de julio de 2014

sentimientos encontrados!

Apuré los últimos minutos que podía estar relajada en mi cama antes de que tuviera que empezar otra jornada, miré por la ventana, veía un sol que tímido salía regalando unos cálidos rayos, veía esas copas de árboles robustos que alzaban majestuosos, no había nubes esa mañana.
Caminaba rápido, no tenía prisa pero me había acostumbrado al ritmo de las mañanas y del ajetreo típico de Madrid, donde la gente sube y baja por sus calles con pasos firmes y rápidos, así vivía yo ahora, como en una prisa constante, a otro ritmo....Sonó mi teléfono al sacarlo del bolso y mientras bajaba las escaleras de la Renfe leí tu nombre, no dudé en descolgar, mis sentimientos hacia a ti eran como una montaña rusa, altibajos constantes, vivía con sentimientos encontrados,una especie de amor odio, no me podía engañar, yo muy bien sabía que las ataduras hacia a ti no las podía solventar fácilmente, eso me hacía frágil pero fuerte a la vez.
Al escuchar tu voz esa mañana entendí que muchas cosas habían cambiado entre nosotros, muchas otras se habían perdido para siempre, como las horas y los días agotados de un año atrás, yo había evolucionado, había crecido, era más mujer que antes, a veces jugaba a adivinar tus pensamientos, un juego difícil, era obvio solo era un juego más, ese día sin saber porqué estabas más tiempo de lo habitual al teléfono, parecía importarte mi vida, mis cosas en general, se te oía una especie de voz arrepentida, pero ya sabíamos los dos que conmigo nunca había marcha atrás, yo era de esas personas que nunca se retractaban de lo que hacían o decían, y en este momento aunque me costara entender ciertos aspectos de la vida, aunque las cosas fuesen más difíciles para mi, que lo eran, yo no miraría atrás, y si si lo hiciera sería simple y llanamente para aprender de lo vivido, yo si me quedaba con la lección de la vida, la agradecía, para mi el haberte conocido era un recompensa, porque aunque me dañastes de la manera más cruel también me abristes los ojos para enseñarme lo dura que es la lección del querer.

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