Esa montaña rusa de sensaciones, sentía que las hormonas me jugaban un mala pasada, tenía una angustia incontenible en el pecho, ahora a los treinta y tantos tenía una sensación muy conocida por mi... esas ganas de llorar ....
Me pregunto en alguna ocasión si tan mal hago las cosas, son dudas existenciales, personales, soy juiciosa conmigo misma, exigente, no quiero fallarle a nadie, quiero ser políticamente correcta pero el precio que he de pagar para ello es muy elevado, por supuesto que no estoy dispuesta a obviar otras cosas de la vida, he aprendido algunas lecciones duras y difíciles y no soy un alma errante, entonces decido sacarme el uniforme de diplomática cuya actitud es perfecta y que empatiza con todo el mundo para pasar a ser unas rebelde sin causa, o quizás con demasiadas causas.
A veces me imagino dando un chasquido con mis dedos y que de repente a esta orden acústica todas aquellas cositas que no me gustan e incomodan cambian, asi como la gente que no actúa como yo quiero, qué ilusa me siento ante tales imaginaciones.
De camino a mi trabajo y después de una conversación que no ha ido como quiero otra vez siento que toco el fracaso de cerca, que lo palpo, qué sé que rostro tiene que le invito a entrar en mi vida como lo hiciera el tren con aquel pasajero.... me entra bajón porque una vez más sé que no he nacido para complacer a nadie que tampoco lo van a hacer conmigo, siento que esperan demasiado de mi, tiempo, afecto, pretensiones....
Entonces vuelve esa sensación de inquietud, de cositas a medio hacer, esa sensación de rechazo....
Recuerdo cuando S habla conmigo que me dice que todos necesitamos llorar, yo creo que mi inteligencia ha impedido que derrame muchas lágrimas que tenían que haber salido de mis párpados por ello tengo estas sensaciones raras en mi interior.... es contradictorio que un cerebro controle al corazón al fin y al cabo son como el agua y el aceite nunca se llegarán a mezclar...
Hoy una vez más tengo esa percepción de imperfección sobre mi, de que soy la amante a medias, que no puedo entregar asi por asi mi corazón, que lo guardo bajo siete llaves por que es mi bien más preciado aunque consciente de que por desuso morirá....
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